2010/04/07

El sabotaje anual



Aberri eguna es un grito al viento y a la mar de que somos un pueblo oprimido con anhelos de libertad: Euskal Herria. De que no aceptamos el dictamen, la imposición ni la orden de España. De que tenemos sueños y tenemos lengua. De que somos un pueblo. Y como en todas las guerras también tenemos quintacolumnistas en nuestro territorio y en nuestras filas.

Siempre he conocido controles de policía y guardiacivil camino del Aberri eguna. Y casi en las mismas curvas y en los mismos recovecos: Con Franco, con Suárez, con Felipe, con Aznar y con Zapatero. Embozados, con metralletas, colocando mugas y parapetos entre nuestros pueblos. El eterno sabotaje español. El grito inquisitorial desde la trinchera colonial: el aquí estamos, el os tenemos. Es igual el español o quintacolumnista que en ese momento ostentare el título de Delegado del Gobierno español o gobernador civil en nuestro pueblo. Como ya ocurriera otrora en Filipinas o en Cuba.

Es la bravuconada anual del gobierno central y su Ministerio de Interior. O, dicho de otro modo, es la democracia a la española. El por qué no te callas de su monarca y sus gentes.

Siguen anclados en un mundo de cruzada y de guerra. De opresión. La palabra y la libertad no es su fuerte, la mentira su fat food. Su sabotaje.

Mikel Arizaleta

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