2010/03/17


Ares tiene vocación de gobernador civil desde que apareció de edil en el Ayuntamiento de Bilbao, y es fácil que termine, si le dejan, de ministro de Interior. Tiene las mimbres: Es lo suficientemente siniestro y mendaz; un español correoso. Se embadurnó con los personajes del GAL en Bizkaia, llevó maletas, descolgó teléfonos, estuvo al tanto de hilos calientes. No en balde la ejecutiva del PSOE en Bizkaia fue, en comandita con el gobierno de Felipe, la gestora de la banda criminal. Hay voces que implican al Rey Juan Carlos en la criminal cacería. Cosa no descartable. Garzón, tan valiente, estirado, amplio, novelesco, chulesco, crecido y loado en pasarela política, judicial y fiscal española a la hora de elaborar acusaciones de años y tormento –las más de las veces de poca sustancia jurídica- contra miembros de Euskadi ta Askatasuna y contra gentes de la Izquierda Abertzale se manifestó cordero, lacayo y sumiso ante la famosa X española. Representa la corriente más rancia y malencarada de la judicatura española a través de la historia, la de la escopeta nacional. Mucho antes de aquellos juicios -convenidos, negociados y enmarcados- contra ciertos elementos del GAL se venía coreando entre la gente de Euskal Herria “PSOE GAL berdin da”, PSOE y GAL son la misma cosa. Cosa que así fue... (Seguir leyendo)

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