Ahora que El Ayuntamiento de Bilbao ha aprobado en pleno la nueva ordenanza que está a punto de entrar en vigor, recomendamos este interesante artículo de Naiara Galarraga publicado en El País el 26 de octubre pasado:
Un miércoles de septiembre, Laida y Leyre recogían sus violines; Alicia, su viola y Pablo, su chelo. A estos amigos que van para músicos profesionales les gusta tocar juntos. A veces en la calle, en Pamplona. Ese día dos municipales multaron al cuarteto de cuerda: 600 euros por violar la ordenanza municipal de convivencia. La alcaldesa se acabó disculpando en persona.
Pues me parece bien. En general, los españoles y los vascos, deben aprender a ser menos ruidosos y más respetuosos con el vecino. Que luego cuando les molestan a ellos, bien que protestan, pero mucha gente no piensa en los demás a la hora de hacer toda clase de ruidos.
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