Kalea guztiona da

LOS OCHO MANDAMIENTOS DEL ESPACIO PÚBLICO

“¿Qué es eso de la Ordenanza? ¿Lo de las prostitutas?” Pues no sólo. Es mucho más y nos afecta a todas las personas. La nueva Ordenanza del Espacio Público, a lo “ley de vagos y maleantes” del siglo XXI, regula todo lo que puedes y no puedes hacer en la Villa. Deja en casa patines, cometa, bici y todo accesorio que pueda molestar en esta ciudad escaparate. Acostúmbrate a oír sólo el ruido del tráfico, porque la música callejera no es deseable. Si eres mantero o prostituta, escóndete. Y hay mucho más. Lo resumimos en esta tabla sagrada de los ocho mandamientos del espacio público. Ocho, porque así de ancho se ha quedado Azkuna.

No gozarás

Como bien dice la Biblia, “no cometerás actos impuros”. 750 euros de multa a quien realice prácticas sexuales públicas y notorias. Jóvenes: id ahorrando para el coche porque se acabó ir al parque. Multa asegurada para las prostitutas, consideradas per se indecentes. Ojo gays, lesbianas y transexuales, que en vuestro caso un simple beso en público seguro que es considerado sexo.

No beberás barato

Porque no importa nuestra salud, sino nuestro bolsillo. Sólo se considera que beber en la calle es botellón –o sea, multa de hasta 750 euros- si la bebida no se ha comprado en un bar. En cambio, se regula con generosidad la actividad de las terrazas. O sea que saca un billete de diez si quieres beber en la plaza.

No jugarás

Se prohíbe realizar juegos o diversiones “molestos o peligrosos”, como usar cometas o boomerang. Se ve que la masificación de estos objetos volantes está entre las tres principales preocupaciones de la ciudadanía.
No crearás

Nada de irritantes clowns, malabaristas o música. El Ayuntamiento prefiere que nuestra banda sonora se limite al ruido del tráfico y las obras. Considera que la música callejera debe ser algo excepcional, sujeta a autorización. Impone un horario (nada de tocar a la hora de la siesta) y cada 45 minutos el grupo deberá moverse. Podrán participar como máximo dos personas y no podrán ocupar más de dos metros cuadrados.

No informarás

Para instalar mesas informativas habrá que pedir permiso con dos semanas de antelación. Se controlará el contenido de los actos reivindicativos para velar porque no ofendan (según su criterio, claro) a la ciudadanía. Se aplican restricciones a la distribución de prensa gratuita.

No trabajarás

La prostitución y el top-manta son consecuencia de un sistema sexista y racista que aboca a muchas personas –discriminadas por su género, color de piel o procedencia- a la economía sumergida y a trabajar sin derechos. En vez de protegerlas, el Ayuntamiento las persigue. Se multa hasta con 1.500 a quien oferte sexo y hasta con 3.000 a quien venda en la calle sin autorización.

Nada de ir sobre ruedas

En una ciudad en la que los bidegorris siguen siendo una anécdota, se prohíbe terminantemente el uso de bicis, patines o monopatín. Venga, ¿quién se atreve a meterse al Sagrado Corazón en patinete?

No respirarás

Conclusión: ándate con cuidado o, mejor aún, quédate en casa para evitar multas. Hazte a la idea que a partir de ahora cosas tan insignificantes como comerte un bocata junto a tu puesto de zapatos en el mercadillo están sancionadas.

Si te ha cabreado todo esto, el próximo 26 de junio sal a la calle. Vamos a protestar a lo grande, pero pasándonoslo pipa: marmitako masivo, mucha bebida, cometas, besada ¡y mucho más! Porque no queremos una ciudad de postal, sino una ciudad viva, espacio de encuentro, reivindicación, creación y disfrute. ¡Te esperamos!