La Batalla de Galdakao

MONDAY, JUNE 1, 2009

La Batalla de Galdakao

Una vez más, los aguerridos policías de este territorio sin ley (o sea, ilegal) han tenido que dar muestras de su valor y heroísmo para evitar una masacre en una fiesta popular.

Siendo así que se celebraba el Ibilaldi o "Caminata", entrañable fiesta de rancia raigambre hispana, similar a los toros o el frontón; y cuando la gente sencilla estaba disfrutando en un día soleado con sus hijitos, hete aquí que una horda de carteles y pancartas terroristas han venido a amenazar la inocente romería.  La población, horrorizada, trataba de esconderse en los portales, las madres protegían a sus desvalidos infantes con sus cuerpos, los padres lloraban rabiosos e impotentes... hasta que ¡tachán! han aparecido LOS HOMBRES  DE PACO.

Luciendo sus hermosos uniformes, y entre los aplausos de la multitud alborozada, han procedido a enfrentarse con los peligrosos plásticos y papeles. No ha sido tarea fácil; todo el mundo era consciente del riesgo que corrían; pero ni uno de ellos (o de ellas, porque también había bellas amazonas entre los  guardias de la porra), ni uno de ellos, digo, ha hecho siquiera amago de retroceder. 

Allí se han lanzado en tromba, peleándose con la brisa de poniente que movía las pancartas, sorteando taberneros malencarados y hoscas muchachas que intentaban impedirles el paso... Los carteles se resistían, se agarraban a las paredes como lapas, se envolvían alrededor de los cuerpos de los agentes, amenazándo con asfixiarles... Pero ellos (y ellas) han demostrado de qué material están hechos, y han salido victoriosos de tan desigual pelea. 

Han demostrado que los Hombres de Pachi son tan valientes como los Hombres de Balza.