1.- Luego de pagar una buena minuta al arquitecto Santiago Calatrava por el puente Zubi Zuri hubo que apoquinar 30.000€ por sentencia judicial, por modificar por parte del Ayuntamiento el proyecto llevado a cabo. El alcalde acusó a Calatrava de crear un puente resbaladizo y peligroso para el peatón. Y uno se pregunta, ¿Sr. Alcalde, no fue usted y su ayuntamiento quienes encargaron, recepcionaron y pagaron el puente proyectado? ¿Cómo compraron mercancía averiada? Somos nosotros los que le acusamos a usted y a su equipo por fraude y vagancia.
2.- Se reformó y amplió la biblioteca de la Diputación siguiendo el proyecto elaborado por Gloria Iriarte, Eduardo Múgica y Agustín de la Brena. El proyecto costó una pasta, pero resulta difícil concentrarse en la lectura y estudio en sus aulas. Su suelo flotante, con el ir y venir de la gente provoca nerviosismo y mala leche en el lector y en el investigador. ¿Cómo es posible tal desaguisado en una biblioteca? ¿Acaso los responsables nunca pisaron una biblioteca? ¿Quién hace, aprueba y paga los proyectos Sr. Bilbao, Diputado general? La concentración y el estudio exigen una remodelación del suelo.
3.- El remozado mercado municipal de san Antón, dirigido por el arquitecto Emilio Puertas, adolece de defectos graves. Basta con darse una vuelta por las pescaderías. Los rebordes del acero parecen cuchillos afilados, no están rematados, faltan desagües o los embellecedores hacen que el agua se embalse en los suelos… Acopio calamitoso para un mercado recién inaugurado. ¿Cómo es posible tanta incompetencia, tanta falta de detalle en obra pública, tanta falta de responsabilidad y competencia en cargos institucionales que claman al cielo cuando observan dejadez en el ciudadano? Sin duda reflejo de una administración incompetente, Sr. Azkuna.
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