Responsables municipales presentaron el lunes el Programa de Participación Ciudadana para la Revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Bilbo, que es cuestionado por las AAVV, al igual que el diagnóstico que en mayo presentó la oficina encargada de tal labor. Se acusa al Ayuntamiento de «falta de autocrítica» y de evitar una participación vecinal real.
Ricardo Barkala, concejal de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, y Jone Unzueta, de Participación Ciudadana, en el Consistorio bilbaino presentaron el lunes el Programa de Participación Ciudadana para la Revisión del PGOU. Desde la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbo estiman que la iniciativa del equipo de Iñaki Azkuna es «de puro pose» con el objetivo «de cumplir con la legalidad pero sin abrir la puerta a una participación real de los vecinos y de aquellos agentes que se pueden ver afectados».En el anterior mandato, bajo el control de Ezker Batua, el Ayuntamiento efectuó un diagnóstico, proceso en el que consultó a las AAVV y otros agentes pero cuyas posiciones no se plasmaron en el documento final. De ahí que el movimiento vecinal hiciera público recientemente una valoración crítica.
Respecto a la participación ciudadana en la elaboración del diagnóstico del que parte la revisión del PGOU, la Federación la consideró «muy escasa», limitándose a unos talleres reducidos en número y que, aventuran para la siguiente fase, relegará la participación «a la presentación de alegaciones, que serán cómo siempre, desestimadas».
Los colectivos ciudadanos señalan que la presentación de hoy forma parte «del marketing al que nos tiene acostumbrados el señor Azkuna y su equipo. En realidad la participación se circunscribe a los órganos consultivos que han creado, como el Consejo Cívico de la Villa, que se ha reunido dos veces en dos años -recuerdan-, nos dan lecciones magistrales y no hay posibilidad de debate, pues no conocemos de antemano los contenidos».
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Branka
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