Un estudio elaborado por el profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, José María Gay de Liébana, sobre las cuentas de resultados de los clubes de Primera División, con datos extraídos de los balances presentados por los mismos en el Registro Mercantil, desvela que la Liga acumula una deuda superior a los 3.443,8 millones de euros, más de 500.000 millones de pesetas.
De esos 3000 millones de euros 627.266.721, 38 euros (unos 105.000 millones de pesetas) adeudan los clubes de la Primera y la Segunda división española de fútbol a las arcas del Estado a 31 de octubre de 2008, según ha informado el Gobierno en respuesta a una pregunta parlamentaria del Grupo Popular.
"Bastantes clubs se encuentran en situación técnica de quiebra, es decir, que sus activos son inferiores a sus pasivos exigibles y, en consecuencia, con la totalidad de sus activos o inversiones no están en posición de liquidar la totalidad de las deudas comprometidas", confiesa José María Gay de Liébana.
Se indica que la deuda total con la Seguridad Social de los clubes de fútbol españoles de Primera y Segunda división ascendía a 4.912.121,35 euros (unos 817 millones de pesetas), según los datos obtenidos del Fichero General de Recaudación de la Seguridad Social a fecha 1 de diciembre de 2008.
“Cuando la nefasta gestión económica de los directivos ha incrementado el déficit de los clubes, la recalificación y venta de esos terrenos aparece como la tabla de salvación de la situación financiera, lo que sólo es posible con la complicidad o la equivocada política urbana de los gobiernos municipales”. En los últimos cinco años una decena de clubs de fútbol de primera y segunda división han ingresado más de 1.000 millones de euros sólo con cambios de uso del suelo. Las operaciones inmobiliarias realizadas han saneado sus cuentas y mejorado los resultados deportivos”.
Con la Ley del Deporte todos los clubs de fútbol, que se convirtieron en Sociedades Anónimas Deportivas, emitieron acciones, que fueron puestas a la venta. Muchos nuevos empresarios del mundo de la construcción, se hicieron con fuertes paquetes de acciones y desearon ser presidentes de clubs. Cuenta Jordi Blasco que Manuel Vázquez Montalbán, observador lúcido de la realidad futbolística, apuntó con su peculiar lenguaje acerca del peligro que suponía la llegada de estos nuevos dirigentes deportivos: “Se ha facilitado que llegue a la dirección de los clubs una parte de la nómina más impresentable de los empresarios de este país, verdaderas víctimas de una pandilla de jíbaros…”
Las instituciones cada vez se atreven menos a enfrentarse con los clubs de fútbol porque significa enfrentarse con un electorado organizado y enfervorizado. Certifica Blasco Díez que en los días de fútbol los aledaños de los estadios se colapsan. Los coches aparcan en cualquier parte y los transportes públicos van atestados y son lentos. Por todo ello, los ayuntamientos deben dedicar una buena parte de sus recursos a mantener el orden, deben retirar efectivos policiales de otros lugares o ampliar el personal para garantizar la seguridad de la zona. Ambulancias, policías y efectivos de bomberos están preparados para actuar si se presenta algún problema.
Bajo el mandato presidencial más largo en la historia del club Barcelona, el de José Luís Núñez Clemente, quiso llevarse un nuevo intento de especulación inmobiliaria, al proyecto se le llamó “Barça 2000”. “Barça 2000” preveía la recalificación de alrededor 20 hectáreas de las zonas anexas al estadio, en las que se construirían cerca de 100.000 metros cuadrados destinados al ocio, oficinas y comercio. Tras las fuertes protestas del movimiento vecinal, arquitectos, urbanistas y personalidades agrupadas en una plataforma ciudadana en contra del proyecto, el Ayuntamiento no se atrevió a aprobarlo. En un interesante libro, escrito sobre la historia del Fútbol Club Barcelona, se hace una semblanza nada complaciente del presidente Núñez del Barcelona. El libro, escrito por Jimmy Burns Marañón, nieto del célebre doctor Marañón, se recoge:
“Núñez hizo su fortuna gracias al crecimiento urbano sin límites ni planificación, llevado a cabo en Cataluña y especialmente en Barcelona, para cobijar al alud de inmigrantes de otras regiones de España. La ola constructora alcanzó su cenit en el período 1957-1973, bajo el mandato de José María de Porcioles i Colomer alcalde de Barcelona designado por Franco. Los pecados de omisión, tanto como los de comisión, fueron los que destrozaron el tejido urbano de la Barcelona del franquismo. Porcioles hizo trizas parte del paisaje de la antaño tenida por ciudad más elegante de España. En términos arquitectónicos las operaciones, mejor cabrían decir destrucciones, más sangrantes se dieron en el Ensanche de la ciudad, la antigua “ciudad ideal” visualizada por el urbanista Ildefonso Cerdà en el siglo XIX a fin de preservar al hombre de la deshumanización propia de la era industrial, fue borrada del mapa gracias a Porcioles y constructores como Núñez”.
El proyecto “galáctico” de Florentino Pérez vino de la mano de la recalificación de los terrenos de la Ciudad Deportiva, al norte de la capital de España. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, miembro del conservador Partido Popular, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, del mismo partido y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, también del PP, movieron los hilos en apoyo de su amigo para que el Real Madrid obtuviese rápidamente lo que deseaba. La solución fue recalificar los terrenos de la Ciudad Deportiva del club, que con el impresionante crecimiento de la ciudad de Madrid en los últimos 30 años, se encontraba en pleno centro de la capital, al norte del Paseo de la Castellana. Se prevé que cuando se urbanicen casi los 150 mil metros cuadrados de la Ciudad Deportiva el club haya ingresado cerca de 600 millones de euros. A pesar de las cantidades astronómicas, que esta operación le reporta el actual ritmo de gastos del club, hace que la sostenibilidad económica del club sea una utopía. Otra fuente de la que esperaba el At. Madrid ingresar más dinero en concepto de venta de patrimonio era la designación de Madrid como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 (que ya pretendió en el 2012 y se la llevó Londres). Madrid, si hubiese sido la elegida, pretendía construir un nuevo estadio olímpico en la Peineta, que hubiese permitido jubilar el estadio Vicente Calderón y poner sus terrenos en el mercado inmobiliario con el consiguiente nuevo “pelotazo”. De nuevo trató de hacerse con la organización de los Juegos en ese mercado de chalaneo, soborno y vergüenza, en el que se ha convertido el COI sobre todo desde la presidencia del viejo falangista Juan Antonio Samaranch. Hoy el mundo conoce los procedimientos corruptos, que emplea el COI en la adjudicación de los Juegos Olímpicos, tal y como se demostró en 1999.
En el caso de la construcción del nuevo San Mamés la pregunta que debemos hacernos es ¿por qué se transforma en campo de fútbol un espacio de equipamiento público que podría dedicarse a otro uso? ¿Por qué no una remodelación y sí un nuevo campo para un equipo, que también ronda la quiebra técnica? El nuevo San Mamés estará emplazado en los terrenos que ocupa la antigua Feria de Muestras. El presupuesto del nuevo campo alcanza los 180 millones de euros, si bien el Alcalde los cifra entre 120 a 130. El nuevo estadio ocupará aproximadamente 40.000 metros cuadrados y tendrá una capacidad para 52.000 espectadores, que espera garantizar 12 millones de euros de ingresos anuales.
La implicación de las instituciones queda patente con el apoyo del diputado general de Vizcaya José Luis Bilbao, que dijo que “la Diputación pondrá sobre la mesa una partida económica especial”, y el lehendakari Patxi López. Este trato de privilegio hacia el club de fútbol lo podemos observar en cómo se han ido desarrollando los términos del acuerdo de financiación entre las diferentes entidades. En principio el Athletic se hará cargo de una parte del proyecto y para ello se apoyará en los nuevos socios, que se calcula que pueden llegar a los 10.000. Las instituciones se harían cargo del resto del importe del proyecto, de unos 118 millones (unos 19.600millones de pesetas), con la coletilla de siempre: aduciendo la importancia cultural y de nombre para la ciudad que tiene el Athletic de Bilbao.
La nefasta gestión económica de los directivos ha incrementado el déficit de los clubes en el estado español y en el Athletic, la recalificación y venta del patrimonio inmobiliario de los clubs aparece como la tabla de salvación de la situación financiera, lo que sólo es posible con la complicidad o la equivocada política urbana de los gobiernos municipales. Esta unión de intereses entre promotores, constructores y políticos es la que provoca la pasmosa facilidad en que terrenos destinados a equipamientos públicos como son los campos de fútbol sean reconvertidos rápidamente en terrenos edificables. A ellos se suma ahora el alcalde de Bilbao; Iñaki Azkuna, y la concejala de Urbanismo, Julia Madrazo, el amén del Alcalde, comparecieron el 1 de octubre de 2009 en rueda de prensa para dar a conocer el acuerdo de “pago en especie al Athletic”, -a cambio de acciones de una empresa privada cuasi en quiebra-, aprobado el 30 por la Junta de Gobierno local: Al Ayuntamiento le correspondería recibir por el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, Tasa por Licencias Urbanísticas y otros Servicios Técnicos en torno al 10% de los costes, más de 18 millones de euros, es decir 3000 millones de pesetas. "Lo que queremos -ha dicho Azkuna- es estar y contribuir a que en Bilbao se haga una obra buena y útil para la ciudad, que, además de para el fútbol, va a servir para muchas otras cosas" como grandes conciertos o incluso "una eventual visita del Papa", según ha apuntado Julia Madrazo, que aunque no se lo crean es la portavoz de Ezker Batua en el Ayuntamiento de Bilbo. No se requiere demasiado brillo intelectual ni, tampoco, un alto grado de humanidad para darse cuenta de que Bilbao, Bizkaia y Euskal Herria en el 2009 tiene necesidades humanas y de infraestructura más perentorias y urgentes que el campo del Athletic. ¡Cómo se echa en falta a Herri Batasuna en las Instituciones!
Mikel Arizaleta, 17 827 048
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