Doscientas mil pisadas

Allá anduvimos pisando

húmedo suelo,

cargados de olvidadas

razones,

allá anduvimos cargados

de olvidados derechos.

Cada espacio es maldito

cada día es noche

cada espalda se curva

al peso de ellos,

cada paciencia aguanta

cada lucha es llaga

cada paso esencia

cada llaga es triunfo.

Cien mil almas distintas,

doscientas mil pisadas

doscientos mil golpes

de txalaparta, que se oirán

allá donde se filtraran

entre fusiles y muros grises.

(Kike)