Las últimas declaraciones, exhortos y consideraciones del presidente del EBB me han hecho recordar aquel chiste que corría entre mis amigos y amigas de la Universidad de Deusto cuando era algo más joven, en los tiempos en que los jesuitas nos obligaban a cursar Religión y siempre nos pedían en los exámenes que demostráramos la existencia de Dios. Parece ser que Jesucristo dijo una vez a los apóstoles: “Yo soy el que soy y vengo de donde vengo” (textual). A lo qué Pedro le contestó (chiste): “Por eso te seguimos, maestro, por lo bien que te explicas” Y es que las intervenciones del máximo dirigente del PNV dirigidas a sus gentes y a otras, si no fuera por el respeto que todos nos merecemos y por la responsabilidad que se le debe exigir, parecen propias de algún concurso de contradicciones, incoherencias u ocurrencias graciosas. Yo, como soy de las otras gentes, no me he sentido ninguneada, pero ¿qué puede pensar el o la militante honrada de su más alto representante?
Se dice que una de las cualidades que debe tener un buen dirigente es la capacidad de iniciativa, entendida ésta según el diccionario de la RAE como la acción de adelantarse a hablar u obrar antes de los demás. Tus iniciativas, Urkullu, están siendo las de sumarte a las de otros o exigir a los demás que las tengan: ¿Que se me escapan los votos de los empresarios? A ver, a ver, ¿dónde hay por ahí una iniciativa? Aquí: Zapatero quiere el apoyo a una reforma laboral que va en contra de los intereses de los trabajadores, me apunto, je, je. ¿No dicen que son trabajadores? Pues, que trabajen ¿no? ¿Qué se me queja mi gente porque permito que se vulneren los derechos de la ciudadanía vasca? ¡Huy!, si hay aquí unos señores que dicen no ser de la izquierda abertzale y que han convocado una manifestación; me sumo a la iniciativa. Sí, pero no; bueno, sí: mando a alguien aunque siempre haya dicho que no voy a manifestaciones que no convoco yo, luego lo arreglaré quejándome. ¿Qué me ridiculiza el nacionalismo español? No importa, les digo a los de la izquierda abertzale que tomen la iniciativa de convocar una manifestación en contra de ETA. Soy el perfecto dirigente: claro, sin ambigüedades, trabajador, emprendedor, objetivo, valiente, carismático, respetado, coherente, consecuente…
Miren Lotina Gastearena. Irakaslea.
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